Luz y movimiento son los signos distintivos de la vida; espacio y tiempo, los elementos determinantes del escenario donde surgen y se desarrollan el pensamiento y el acto.
El hombre acuna en el sueño sus deseos, lo objetiva en el acto y el objeto, pero lo sublima para que trascienda en la creación artística: expresión racional sensible del mundo circundante, tal como lo percibe a través de los sentidos.
Vamos por la vida descubriendo la armonía del universo e inventando horizontes desde el reducto irrenunciable de nuestros puntos cardinales. Y en medio del ajetreo cotidiano, entre la euforia o las adversidades, surge el deseo de plasmar plásticamente ese espacio infinito de los sueños que nos seduce o nos devora; esencia, al fin, de la existencia convertida en arte a través de trazos, texturas y colores.
Surgen así, imágenes y símbolos, formas caprichosas y por tanto excelsas. Figuras sólo accesibles a los virtuosos del arte y del amor, que funden su sentimiento y su pasión con los colores que emergen de la gama cromática, del tiempo o del horizonte impredecible.
Cada imagen es una referencia de la historia personal o colectiva; es la objetivación de la imagen formada en la mañana, entre la radiante luz del sol del mediodía, o en el rejuego nocturno de las horas, donde el ser deja que invada a plenitud el tiempo de su propia historia, sin más matices que los permitidos por la voluntad de decir a su manera el tiempo.
Y cada quien tiene su modo personal de dar cuenta exacta de sus días. Utiliza la combinación de pinceles, colores, tonos, texturas y trazos, una visión plástica del mundo que observa o el que construye en el recóndito y personal espacio de sus sueños.
Esta Sección incluye la obra pictórica de siete artistas plásticas que trabajaron sobre el tema de un poema de Roberto Arizmendi.
Muestra colectiva para un poema de Roberto Arizmendi
El Grupo Vector, integrado por siete artistas plásticos, trabajaron en la preparación de una muestra colectiva de obras creadas a partir de un eje temático. El tema seleccionado para la elaboración de los cuadros que se montaron en la exposición colectiva, fue el poema de Roberto Arizmendi titulado «Las huellas de la historia», incluido en el libro Cuenta regresiva, una antología poética realizada por el escritor Héctor Carreto y publicado por la Universidad de Sonora. La exposición llevó el mismo nombre del poema y se montó en la Casa de la Cultura de Tlalpan en la ciudad de México, en el año de 1997.
Roberto
Te conocí y escuche por primera vez en la feria del libro de Stgo. de Chile. Junto a mis alumnos de 8vos.año básico y nos impresionaste gratamente por tu facilidad para comunicar y tu humildad al relacionarte con los niños, creo que ese momento magico ellos lo grabaron en sus vida y yo conocí a un gran poeta, gracias
hola quiziera pedirte ayuda, yo escribi poemas de amor y quiziera hacer un libro con ellos pero no tengo ningún contacto para ello, no se si tu puedas ayudarme a guiarme para esto o si me pudieras decirme con quien contactar te lo agradeceria muchisimino ya que pienso que lo que escribes siempre lo debes de dar a conocer a los demás, porque un poema es siempre una inspiración para los demás es un estimulante para seguir adelante
Amiga Ivonne:
Es muy cierto lo que dices. Comparto tu opinión en relación a lo que evoca la poesía de Arizmendi…pero… no seas tan rebuscada para expresarlo. Mejor busca otro rincón, toma lapiz y papel y escribes un poema y no un comentario tan relamido
Roberto:
Ayer tarde, a la puesta del sol Granadina, leíste, tus poemas de tiempos sin tiempo, en un gran salón vestido de seda roja… allí en un rincón, estaba oyéndote yo.
Ayer, se me enredaron esos tus sueños poetas entre las trenzas cortadas de mi infancia y traspase los calendarios para cruzar las letras que me supieron a algodón de azúcar, y aun esta mañana llevo pegados al paladar.
Si, ayer, fui la primera en acercarme a la mesa, y solicitar tu firma en el TIEMPO CONSENTIDO, para traerlo siempre a mi lado, junto a los otros poetas… junta a Pablo.
Ayer, preguntaste si había comentarios, y eran tantas las palabras que se me distraían en las manos, que me falto tiempo para sentarme a tu lado, y compartir la historia de poetas, pintores de siempre desde antaño.
Aquí estoy Roberto, hoy y mañana, en la espera mágica de poemas y versos me vistan de encajes mi manto blanco.
Ivonne de Cáxar …Ivonne Sánchez Barea